Se suele decir que ‘para presumir hay que sufrir’, seguramente por la innecesaria tortura que deben soportar las personas que usen tacones. A lo largo del día, son los pies los encargados de soportar todo el peso de nuestro cuerpo. Y esta circunstancia se ve empeorada por el uso de zapatos con tacón. Un calzado que estiliza y son un complemento de moda, aunque la realidad médica es muy diferente.
¿Cómo afecta el uso de tacones a nuestros pies y a la salud en general?
“El principal problema es que cambiamos la presión y las fuerzas que recibe el pie. Pasamos de un pie más preparado para soportar carga en la zona del talón a hacerlo en la zona del metatarso, donde apoyamos los dedos. Aumentando el empuje en esta zona lo que hacemos es provocar que haya estructuras no preparadas para soportar esta carga innecesaria que empiecen a sufrir”.
El uso de tacones es negativo porque se altera la postura original del pie. Es decir, se eleva a la altura del tacón, obligando al cuerpo a equilibrar el desplazamiento del centro de gravedad hacia adelante. Esto, altera el equilibrio de la columna al flexionar las rodillas y las sobrecargas en la zona lumbar son generalizadas. Sin embargo, son los pies los que más sufren al ver alterada su disposición biomecánica.
¿Cuáles son las consecuencias del uso de tacones?
El uso de los zapatos con tacón puede ocasionar lesiones dependiendo de la frecuencia con que se utilicen y las medidas que se tomen para minimizarlas. Dentro de las patologías más comunes que se sufren por uso excesivo de tacones es la inflamación de la almohadilla grasa de la planta del pie. “También aparece problemas en las cabezas de los metatarsianos que soportan la carga cuando estamos tanto tiempo encima de los tacones”.
Como este tipo de zapatos también va asociado a uno de tipo más estrecho, “existen muchas patologías de dedos amontonados y deformidades como dedos en garra, en martillo, clinodactilias, aparición de juanetes y metatarsalgias“. Añade el podólogo que también provoca inflamaciones en los nervios, neuritis y cuando se produce una fibrosis alrededor del nervio da lugar al famoso "neuroma de Morton".
El uso esporádico de zapatos de tacón puede ocasionar alguna molestia puntual, pero difícilmente generará una lesión. En estos casos, producirá cansancio muscular, callos o durezas por el roce continuado y sobrecarga tanto en la zona metatarsal como en los músculos del gemelo.
Recomendaciones para prevenir lesiones
La mejor prevención y recomendación para minimizar las consecuencias del uso de tacones es hacer un uso moderado. Si en algún caso es inevitable, hay soluciones como plantillas personalizadas diseñadas específicamente para esto.
“Como es entendible, hay personas que por su trabajo están supeditados al tipo de vestimenta y necesitan llevar tacones. Por ello, deben minimizar la hora de su uso”. “Si es obligatorio llevarlos, en lugar de que la suela sea fina es mejor utilizar una suela de plataforma que amortigua el impacto sobre la zona metatarsal”.
No es recomendable el uso continuado de tacones, pero somos conscientes de que se trata de un complemento imprescindible de moda, por eso, recomendamos las plantillas para reducir las molestias y prevenir la aparición de lesiones en los pies, cadera, rodillas y espalda.
Los principales beneficios que ofrecen son:
- Prevención de la aparición de lesiones en los pies, cadera, rodillas y espalda.
- Aumenta la superficie de apoyo.
- Alta absorción de impacto en la zona de los dedos.
- Disminución de la tensión en la planta del pie y de la musculatura.
- Mayor estabilidad al caminar.
- Ligeras y transpirables.
- Distribución más homogénea de las presiones.
- Mayor memoria elástica y flexibilidad.
Es mucho más dañino llevar todos los días un zapato de 6 cm de tacón que usar un día 12 cm de tacón y el resto de la semana ir con un calzado bajo. Lo importante es evitar el uso continuado de los zapatos de tacón para prevenir acortamientos y sobrecargas musculares.
Fuente: www.podoactiva.com